19 de octubre de 2008

Manos tibias

Tu mano toma la mía y me cuelgas los latidos en la sorpresa,
y sin tiempo para asombrarme me pregunto "¿qué arde más?"
¿la emoción de que me toques?
¿las dudas por tus acciones?
¿mi corazón asustado?

Te atreves más,
me acaricias y mientras estudias mi piel,
yo hago un mapa de tus dedos
lo plasmo en mi sangre y sigo su ruta,
me pierdo en sus caminos desconocidos
y me mantengo en pie por las apariencias.

Tu perfume se quedó,
te abandonó para martirizarme
robarme el sueño
cubrir mi noche
romper compuertas
embriagarme de ti.

¿Cinco, diez minutos de calor?
¿O la eternidad de un ruego mental?
No me sueltes, por favor, no me sueltes,
déjame vivir entre tus manos.

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