Me gustan los besos renovados…
Los que no saben igual…
Los que ayer eran dulzura y hoy son pasión, los que cambian
de color…
Besos tan cortos como mirarte por un minuto,
tan cortos como estar contigo un año,
tan cortos como observarte…
tan cortos como tus “te amo”…
De sabores,
besos de menta, de melocotón, de fresas de Constanza y de
ron puertoplateño…
De chocolate blanco, como tu piel o de pimienta como tu
lengua.
Besos tan largos, como esperarte;
tan largos como la noche en que no hay besos tuyos, o como
aquellos que se quedan en mis labios cuando no alcanza el tiempo.
Me gustan los besos renovados…
especialmente los nocturnos y los diarios,
los que cambian de fuerza,
los besos secretos… los mojados y los secos…
Los besos escondidos, los inesperados, los teñidos…
Incluso los fríos y los calientes, pero me gustan los besos…
Los besos renovados…
Esos que salen de tu boca.
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