29 de julio de 2008

Un poco de tu veneno

Por Manuela Lora

No me obligues a quererte,
pues no tengo para ti los mismos bríos,
iguales ganas ni deseos escondidos
de que llegues justo al ritmo de la noche.

No me beses pues tampoco guardo en mi recuerdo,
el sabor embriagante de tus labios,
al que era adicta por las frutas que encontraba
en la ruta de tu lengua empedernida.

En mis ojos ya no busques la pasión,
ni la espera por tu desnudez,
no me importa tu grandeza varonil,
tu presencia es transparente para mi.

No susurres en mi oído cuando llames,
aquel eco de dulzura se murió,
y tu manchas de desprecio cuanto escucho,
haz silencio justo al frente de mi nombre.

La caída de mi pelo en la espalda,
la frialdad o calentura de mi piel,
no la toques porque no tienes permiso,
a tus manos he llegado aborrecer.

No te hagas el incrédulo, aunque es cierto,
con locura algún día te amé,
y aunque es muy predecible, asco siento,
de tu vida, de tu amor y tu insistencia.


Para CM

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