8 de agosto de 2010

Es mi aureola, ¿y qué?

Sigan opinando, que a Miguel Arturo ni a mi no nos importa!!

Manuela Lora

SANTO DOMINGO.- Ok, voy a estallar. No puedo más con los ignorantes que se escandalizan por una foto en la que aparezca mi bebé tomando leche del seno sólo porque se ve “un chin” (como me lo han dicho) de mi aureola.
Debo comprender que el nivel de sus mentalidades está muy por debajo del mío, lo acepto y aun así los quiero, pero por el amor de Dios, déjeme vivir la gloria de ser madre en paz; déjenme celebrar y ser partícipe de la Semana de la Lactancia Materna en República Dominicana y el mundo; déjenme ser feliz con la experiencia inigualable de ver un ser que salió de mi vientre alimentándose de mi cuerpo, mirándome a los ojos y haciéndome sentir que no necesito más nada en esta vida que esa mirada para ser feliz.
¡Por Dios, cuánta ignorancia! ¡Cuánta falta de sentimientos! ¡Cuánta resequedad de alma! ¡Qué mentes tan pequeñas! Pero bien, lo repito, los quiero así.
Pero también los invito a entrar a Google y a escribir “lactancia materna” para que vean que no sólo yo me he tomado una foto con el bebé pegado al seno, que no sólo yo he enseñado mis aureolas o mis pezones, que no estoy sola siendo feliz dándole vida y salud a mi bebito. Somos millones.
Si por esa foto piensan que soy una sinvergüenza, una descarada o que, porque tengo las bubis grandes estoy ofendiendo hasta a mi bebé, pues sepan que seguiré siendo la misma sinvergüenza y descarada de siempre, y que a mi criatura le encantan sus dos melones gigantes siempre llenos de leche. No me avergüenzo de mis senos, ni de mi cuerpo, soy feliz tal cual soy.
Déjenme ser feliz, porque yo no soy de las madres que dice “es que casi no tengo leche”, “no produzco suficiente”, “el bebé no se llena”, “no le gustó”, “no la quiso”… y las miles de excusas más, no, yo soy de las madres que cogen su pela, que durante las primeras semanas, cuando la criatura está en fase de adaptación, hay que quedarse hasta por dos horas sentadas y bien despiertas esperando que el beba y descanse, beba y descanse, beba y descanse…. Hasta que se llene y se duerma. ¡Sólo el seno hasta los seis meses y después hablamos!
Finalmente, y para no cansarles, a través de Google podrán encontrar una cantidad ilimitada de información que los edificará con respecto al tema de los beneficios de la lactancia materna. En cuanto a mi... ¡No se metan con mi aureola!

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