27 de diciembre de 2007

José no debería estar muerto... ni Miriam debió estar presa

Por Manuela Lora
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A través de los ojos del corazón vemos a nuestra familia perfecta… Padres, hermanos, tíos, primos y abuelos de nuestra misma sangre son personas grandiosas y con cualidades de las que nos gusta disfrutar. Les amamos y no les podemos ver de otra forma… ¿Es justo pensar así frente al mundo?

La mayoría diríamos que sí, olvidándonos de que somos imperfectos. Hago este comentario por las declaraciones de los familiares del asesinado arenero José Castro en referencia a la puesta en libertad de la viuda de éste, Miriam Brito. Veo poca capacidad de entender que hay momentos en que debemos mantenernos en silencio y dejar que las cosas pasen.
Decir que no es justo que Miriam sea dejada en libertad tal vez no llega a ser tan justo como decir que José no debería estar muerto… trato de sopesar y sólo me queda pedirle a Jesús, quien dijo que antes que ser buenos, debíamos ser justos, que me ayude a comprender los hechos.
Ahora, si colocamos “los hechos” en una balanza, no dudo de que el lado de Miriam tocaría el suelo. Humillaciones de todas las índoles, tan aberrantes como querer convertir en basura humana a la persona que decidió ser su pareja, compartir la vida, complementarse, unir sus células y traerle hijos al mundo… golpear sin cesar a una mujer enamorada, que tenía que soportar el doble dolor de amarle y también soportarle bajezas en el trato, y para coronar, que esas bajezas llegaran a sus hijos.
No, José no debería estar muerto, porque para su familia y sus amigos había sido una gran persona. No hay imperfectos totales, y él era uno de ellos. También tuvo cualidades. Lamentablemente Miriam no pudo disfrutar de ellas durante todos los años de su matrimonio con José.
José no debería estar muerto, no. Debería estar encerrado en el último calabozo de la cárcel más lejana existente en la República, pero vivo, para que la familia pudiera ir a verle algún día que se acordaran de él. Penoso el caso, ahora deben visitarle en una tumba.
Pero nada en este mundo pasa por pura casualidad. Ni una sola hoja cae de su rama sin antes haber sido aprobado por el Todopoderoso, y si Él decidió llevarse a José (sí, está en el cielo, porque Dios es incomprensiblemente misericordioso) es porque no sólo los dominicanos, sino todos los hombres del mundo necesitan escuchar historias como éstas para detenerse a analizar mejores formas de relacionarse con sus parejas.
Ahora mi esperanza está centrada en que esa necesidad de tener ejemplos como éste para cambiar el mundo pueda desaparecer un día, un día en el que aceptemos ser felices disfrutando de la libertad y los derechos del otro.

22 de diciembre de 2007

Un poema no apto para conservadores

"Respira"
Manuela Lora


Tengo envidia de la miel que sueño regar en tu cuerpo y lamer,
mientras sientes el ardor de mi saliva marcando tu piel.
“Respira”,
te ruego al sentir
que me halas hacia ti,
pues no quiero terminar de cabalgarte.
Sabe a vino para mí
el calor de tu espera y la paciencia inexistente en tus caderas…
Pero te voy a disfrutar,
como si fuera el mismo mar,
arremetiendo poderoso en tus cadencias.
La permanente humedad de tu cuello agridulce,
hace constante la locura, mi confusión y la búsqueda de tu sexo,
quiero saber cual de los dos es la fuente permanente de mi sed.
Luego de medirte todo el cuerpo
y saciar con tu despertar la sequedad de mis labios,
empiezo a delirar al ritmo de los desaforados movimientos

que se escapan de tus muslos, tu cintura y tus deseos,
puedo sentir maravillada que estás respondiendo.
“Respira”, vuelvo a pedir,
porque me quiero resistir
a terminar de disfrutar
la sensación de libertad
que sobre mi pone tu pecho…
y por un minuto más
me permites ser mujer…
y hasta me dejas guardar,
en un secreto lugar,
una muestra de la fuerza de tu vida.


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